La exposición fotográfica del Proyecto Qhapaq Ñan tuvo gran acogida del público en la sede de Lunahuaná de los Juegos Panamericanos Lima 2019. El Proyecto fue invitado a “La Feria Turística de Integración Cañetana”, organizada por los diferentes distritos de la provincia de Cañete.
La muestra expone, a través de fotografías, los sitios prehispánicos de Incahuasi, en Lunahuaná, Huacones en San Luis y El Huarco de Cerro Azul, asentamientos asociados al Camino Inca de Cañete.
El recorrido visual inicia en el asentamiento incaico de Incahuasi, ubicado en el hermoso valle medio en el distrito de Lunahuaná, descendiendo a la parta baja y fértil del valle para conocer Huacones en el actual distrito de San Luis, donde se hallaron recientemente instrumentos de contabilidad prehispánicos. Finalmente llegando a El Huarco, antiguo poblado costero bañado por las olas del Océano Pacífico en el distrito de Cerro Azul, zona de frontera entre Chinchas e Ychsmas. Este fue un territorio habitado primero por un pueblo de pescadores y agricultores conocidos como Los Huarco y posteriormente ocupado por los Incas, quienes construyeron edificios de adobe y piedra labrada en la cima de los cerros y las paredes de los acantilados.
Las actividades en el marco de los Juegos Panamericanos incluyeron esta muestra fotográfica entre el 27 de Julio y el 4 de agosto en Lunahuaná, culminando el día 5 de agosto en el Distrito de Cerro Azul con un recorrido a la Zona Arqueológica El Huarco y una ceremonia de reconocimiento al deportista Eriberto Gutiérrez Robles, quien logró avanzar hasta las semifinales en la competencia de canotaje extremo slalom. Nuestro deportista apurimeño y su familia fueron invitados por la Asociación de Hoteles, Restaurantes y Afines (AHORA) de Cerro Azul. Participó también en el homenaje la alcaldesa de la Municipalidad Distrital de Cerro Azul, Terencia Córdova de Salazar.
Durante la semana de la feria turística, la zona arqueológica monumental de Incahuasi de Lunahuaná, ubicado a tan solo 10 minutos del centro del distrito (km 30 de la carretera Cañete – Lunahuaná), recibió cerca de 3000 visitantes. Cabe recordar que esta zona arqueológica fue construida para albergar al ejército inca durante la guerra contra Los Huarcos. El complejo se destaca por su gran plaza que podía albergar hasta 10.000 personas con un ushnu central o estructura ceremonial inca y numerosas colcas o depósitos que servían para almacenar alimentos.