El 04 de diciembre las comunidades de la provincia de Vilcas Huamán en la región de Ayacucho, celebraron la actividad colectiva ritual “Yarqa Aspiy” (limpieza de acequias en castellano), conocida también como la fiesta del agua. Esta actividad consiste en la limpieza, mantenimiento y reparación del sistema de regadío que permite el flujo del agua para irrigar los campos. La faena comunal presenta una dimensión ritual y festiva y forma parte esencial del ciclo productivo andino.
La reunión colectiva de las comunidades y centros poblados del distrito de Vischongo y de la provincia de Vilcas Huamán (Qolpacuchu, Huayrapata, Patahuasi, Pomacocha, Villa los Incas, Amartuqasa) se realizó en el lugar denominado Accoccasa, que estuvo acompañada por autoridades institucionales así como representantes de la sociedad civil. El alcalde del distrito de Vischongo, Rubén Prado, manifestó la importancia de la participación de las autoridades en esta fiesta ritual andina, y así promover esta expresión cultural. Por otra parte, la vicegobernadora del Gobierno Regional de Ayacucho, Gloria Falconi, resaltó la actividad agrícola como reflejo de la continuidad de las tradiciones culturales que se deben fomentar y fortalecer. Asimismo, el alcalde del centro poblado de Qolpacucho, Augusto Barzola, mencionó que la faena colectiva es un compromiso de todos los comuneros y comuneras para contribuir con la subsistencia alimentaria de las familias y de las comunidades.
Posteriormente, los participantes se trasladaron a las laderas del cerro San Lorenzo en Luisranra (donde se encuentra el ojo de agua o puquial) para realizar el ritual del “Pagapu”, dando inicio de esta manera a la jornada que se desarrolló durante todo el día y que constó de paradas de descanso llamadas “Acu”, siempre rodeada de un ambiente festivo, donde los trabajadores estuvieron acompañados de músicos, “waqrapucus” y de danzantes de tijeras. Finalmente, la actividad terminó en el mirador del paisaje llamado Lucmaqasa.
El Proyecto Qhapaq Ñan del Ministerio de Cultura invita a la reflexión de reconocer la importancia de esta práctica cultural en el contexto actual de escasez del agua, ya que permite mantener de una forma sostenible la administración del agua mediante trabajo comunal.