Proyecto Qhapaq Ñan actualiza información del camino costero entre el valle de Chicama y Moche

Especialistas del Ministerio de Cultura inspeccionaron aproximadamente 23 kilómetros de caminos de la Red de Caminos Costero entre el valle de Chicama y Moche en la región La Libertad, con la finalidad de constatar la presencia de secciones en regular estado de conservación.

El arqueólogo Joseph Bernabé Romero del Área de Investigación y Registro del Proyecto Qhapaq Ñan – Sede Nacional y responsable de la inspección, informó que se trata de un tramo de camino costero en pleno desierto, el cual presenta elementos formales de construcción como muros laterales de adobe y piedra de 60 centímetros de ancho por 1 metro de alto. Además de un tramo construido sobre la arena de un ancho entre 9 y 30 metros.

Agregó que igualmente se identificó un ramal que se desprende del camino costero que avanza hacia el oeste con dirección a la playa Tres Palos donde también se ha registrado asentamientos prehispánicos, y que no se descarta la presencia de otros caminos secundarios que se desprendían del principal, lo cual falta identificar.

El arqueólogo precisó que el Camino de los Llanos o también llamado Camino Costero se inicia al sur de la costa del Ecuador pasando por toda la costa peruana hasta el norte de Chile, cuya extensión aproximada es 3,940 kilómetros y cruza 52 valles irrigados; y que en el valle de Chicama llegaba hasta el centro administrativo de Chiquitoy Viejo, continuando hacia el valle de Moche, cruzando el sector norte de la zona monumental de Chan Chan.

Las investigaciones preliminares sugieren que el Camino Costero se habría construido en tiempos del Intermedio Tardío (1100 d.C. – 1470 d.C.) con el auge del reino Chimú, consolidándose en el Horizonte Tardío (1470 d.C.) con el dominio Inca en toda la zona donde se construyó el sitio de Chiquitoy Viejo, para la administración y control del flujo de productos y funcionarios Incas que circulaban por el camino.

Joseph Bernabé indicó que sobre el sector de Chiquitoy Viejo, el camino fue construido con técnicas locales como muros trapezoidales de adobe; mientras que en el desierto, el trazo se mantiene recto, delimitado por muros laterales de piedra en doble hilera, mostrando toda su magnitud al ingreso del valle de Moche en un trayecto de 3 kilómetros, donde adquiere un ancho promedio de 30 metros con muros laterales de piedra.

Sostuvo que estamos frente a una de las pocas evidencias del Camino Costero, que era el otro eje articulador al igual que el Camino Longitudinal de la Sierra, y que en el siglo XVI vinculó a las poblaciones prehispánicas y los establecimientos de Control Inca a lo largo de toda la costa peruana.

Este camino es parte integrante del Qhapaq Ñan, ahí su importancia por lo que es necesaria su conservación y valoración mediante la investigación y su protección legal, ya que viene siendo vulnerado por actividades productivas”, señalo el especialista, tras precisar que otros tramos de similares características constructivas se ubican en el sector en el valle de Jequetepeque, al norte del valle de Chicama y en Salaverry, al sur de la ciudad de Trujillo.

Lunes, Marzo 17, 2014 - 10:15